El amaxofóbico percibe el tráfico como una amenaza, siente a los demás conductores como peligrosos y se siente incapaz de afrontar el reto de conducir.
Para superar esta fobia se recomienda seguir un tratamiento dividido en varias etapas:
- En primer lugar el psicólogo habla con el afectado para tratar de ver por qué se ha llegado a esta situación.
- Después se utiliza un vehículo adaptado con el se comienza a circular por zonas tranquilas.
- En tercer lugar el afectado comienza de nuevo a conducir su propio vehículo en compañía del psicólogo y finalmente el paciente comienza a circular en solitario mientras el terapeuta le sigue en otro vehículo de cerca.
Por cierto amaxofobia viene del griego amaxo- (carruaje) y -fhobos (miedo).
Vía: Consumer.es
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