T4: Al César lo que es del César

De nuevo, ayer, fue noticia la Nueva Terminal de Barajas, más conocida como la T4.

El día de la inaguración fue un verdadero caos y estos últimos no se han quedado atrás, pasajeros despistados que aún iban a las antiguas terminales, personal perdido por la terminal, teléfonos públicos que no funcionaban, escaleras mecánicas inoperativas, cintas de maletas fuera de servicio, cajeros electronicos sin dinero, ordenadores de facturación que se negaban a cooperar, y así una lista, que como casi siempre, han magnificado los medios de comunicación. Pero poco a poco se van subsanando los problemas, y parece que ya llega la calma y la normalidad.

Y el público, ¿a quién le echa la culpa?, pues como siempre a Iberia. Sin ir más lejos ayer escuchaba a una pasajera, que con toda razón estaba indignada, quejandose de que había tenido que subir cargando con las maletas por las escaleras mecánicas, y que al pedir responsabilidades al personal de Iberia, éstos le habían dicho que no podían hacer nada... para cuando nos daremos cuenta que Iberia es una compañia aerea y que la infraestructura de los aeropuertos es competencia de AENA.

Parte de culpa la tienen los medios de comunicación, que cuando muestran cualquier problema en los aeropuertos, suelen mostrar de fondo casi siempre los mostradores de facturación de Iberia. Recuerdo un caso de este verano en el que una compañía de vuelos charter había dejado en tierra a sus pasajeros con destino a Cancún, y no le daban soluciones, obviamente los pasajeros habían ido a reclamar al operador correspondiente, pero curiosamente las imágenes mostraban de fondo los mostradores de Iberia, lo que llevaba a confusión. Y es que Iberia no es la única que mueve pasajeros, pero si una de las que tiene menos retrasos e incidencias.

Con esto no digo que no sea un abuso lo que ocurre con muchos vuelos, la verguenza del overbooking y el trato que a veces se recibe por parte de algunos impresentables, pero hay que ser un poco objetivo y dar al César lo que es del César.

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