Como ejemplo de este tipo de diseño "animal", la marca Speedo ha creado un laboratorio, el Aqualab, para el desarrollo de bañadores de alto redimiento, los cuales denominan Fast Skin (Piel Rápida). Para ello han estudiado la textura de la piel del tiburón y su forma de moverse en el agua. Así descubrieron que la forma y el tacto de los dentículos rugosos de su piel cambia a lo largo del cuerpo, para adaptarse y reducir su resistencia al agua. Aplicándo esto a los bañadores Fast Skin consiguen que el nadador sea más rápido en el agua, gracias a que evitan los pequeños remolinos que forman las turbulencias en las diferentes partes del cuerpo, de forma que molesten lo menos posible en la lucha contra el crono.
También el reino vegetal nos enseña como aprovechar su "ingeniería", se están diseñando abrigos "inteligentes" basados en las piñas de los pinos.
Las piñas permanecen cerradas mientras crecen en los árboles, para proteger las semillas de su interior, pero sólo después de caer a tierra se van abriendo gradualmente, dejándolas libres. Esto ocurre porque las "escamas" de la piña tienen dos capas de duras fibras que se reaccionan de forma diferente a la humedad. La del interior aumenta su tamaño más rápidamente que la del exterior cuando se seca, lo cual hace a la "escama" doblarse hacia fuera, liberando la semilla.
Aplicando el principio anterior, se obtiene un tejido recubierto de "escamas de pino" que es capaz de regular la temperatura interior, una capa "escamosa" se abriría si la temperatura de la persona aumentase, permitiendo la entrada de aire frío del exterior y enfriándolo, para luego cerrarse de nuevo cuando se estabiliza la temperatura corporal. Además se añade una segunda capa impermeable para garantizar que la humedad no traspasará el tejido.
Y es que sólo debemos perder un poco de tiempo observando lo maravillosa y perfecta que puede llegar a ser a veces nuestra querida y a la vez maltratada Naturaleza.
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