07 septiembre 2007

Ideas Absurdas II

Continuamos con otra selección de momentos absurdos debidos a la idiotez del ser humano...

Por mis santos cojones que hago la fiesta
Desafío: En 1993, James Scott de 24 años, vivía en el lado de Illinois del río Mississippi. Su esposa trabajaba en la otra orilla del río, en Missouri. James quería montar una "fiesta" en casa, pero su esposa no se lo permitía.
La Idea Absurda: James pensó en retirar unas cuantas bolsas de un dique próximo, para que de esta manera se inundara el camino que usaba de vuelta su esposa, obligándole a dar un gran rodeo y de esta manera le diera tiempo de celebrar el "fiestuqui".
Resultado: No sólo inundó el camino, si no que se cargó unos 14.000 acres de tierras, destruyendo cosechas así como docenas de hogares y de negocios, y haciendo que un puente local fuera cerrado por más de tres meses. Después de jactarse sobre su “éxito” a sus amigos, fue arrestado y condenado a cadena perpetua (la pena máxima por “causar una catástrofe”).

La Jungla de Cristal
Desafío: Somjet Korkeaw, un oficinista de 42 años de Bangkok, Tailandia, salía de su trabajo un sábado por la tarde cuando recordó que olvidaba algo en su oficina, situada en el piso 99. Desafortunadamente, al volver al edificio se encontró que el ascensor y las escaleras ya se encontaban cerrados por ser fin de semana.
La Idea Absurda: Decidió meterse en un pequeño montacargas, que se usaba para subir documentos, emulando al bueno de John MClean. Debido a que el espacio dentro del montacargas era muy pequeño, para entrar en él tuvo que hacerse un ovillo con el cuerpo.
Resultado: El peso de Somjet era unos 68 Kilos, demasiado para el pobre montacargas, por lo cual quedo atascado entre dos plantas, teniendo que esperar más de 40 horas hasta que fue rescatado al abrirse el edificio el lunes por la mañana.

Es duro ir a la moda
Desafío: Un chico de 19 años de Spokane, Washington, quería hacerse un collar con balas.
La Idea Absurda: La única manera que se le ocurrió de engarzar la munición era traladando las vainas.
Resultado: Debido a que el muchacho usó munición cargada, al traladar una de las vainas ésta le explotó en las manos. Sobrevivió a la explosión, pero no podrá tocar el piano en su vida.

Vía: Neatorama

2 comentarios:

Anónimo dijo...

"...Sobrevivió a la explosión, pero no podrá tocar el piano en su vida."

...ni la flauta ¡Qué pena!

Bueno, quizás sí. Ahora hay unos cursos muy buenos para aprender a tocar el piano con los muñones. :)

Saludos,
juanma71.

Anónimo dijo...

Las mujeres(esposas,sin animo de ser misogino)siempre igual, pues si el muchacote quiere un fiestuqui, pues nada, se compran unos globitos, unos batiditos, zumitos, piñata de los exitos de disney, guirnaldas, confetti y ya tiene fiestuqui, de verda mira que sois complicadas, claro que ella pensaria que aquello iba a ser todo farlopa, priva y pilinguis(trabajadoras de la noche por eso de la misoginia), coño pues no le costo mas caro el disgusto

El Vengador Alopecico
Yo procuro hacer las fiestas en casa de otro, un sabio consejo que os otorgo de forma gratuita, y si no es posible, pues nada se impone uno que para eso es el hombre y si ella te dice que no hay fiesta pues........no hay fiesta, ahora que se olvide ella de que le haga mas la pedicura, con dos cojones demostrando quien manda